Reflexión del Día - Julio 02 de 2020

Listen to "Ep. 86 | JUL:02:2020 Jueves 13ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker.

♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 9, 1-8 ♰

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camil1a. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: “¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados”. Algunos de los letrados se dijeron: “Este blasfema”. Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: “¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: ‘tus pecados están perdonados’, o decir ‘levántate y anda’? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados –dijo dirigiéndose al paralítico–: ‘Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa’”. Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, queda a los hombres tal potestad.
Palabra del Señor.

Reflexión

Muchos son los milagros que se narran en los Evangelios acerca de lo que Jesús realizaba con la gente; hoy, el Evangelio, pues, nos habla de aquel paralítico. Sin embargo, hay que tener una capacidad profunda de entender bien los signos y los milagros de Jesús, para no malinterpretarlos o darles otro sentido; el milagro como tal, se orienta a otra cosa. Jesús no sanó a todos los enfermos, no purificó a todos los leprosos, no devolvió la vista a todos los ciegos de su época; sólo encontramos algunas narraciones de curaciones, de signos y de milagros. Hoy, en el Evangelio nos encontramos con este hombre, con este paralítico que sufre y está postrado; lo primero que hace Jesús es perdonar los pecados. La gente empieza a hablar, a murmurar, no le creen, y como no le creen, hace que el paralítico camine.

Si uno tuviese que responde la pregunta de Jesús, la respuesta es clara, ¿verdad? Es más fácil hacer caminar a un paralítico que perdonar los pecados; cuesta ver, cuesta creer, cuesta aceptar y muchas veces cuesta vivirlo. Por eso cuando rezamos, corremos el peligro de olvidarnos de esto y queremos el milagro como sea. Creo que nos gusta mucho el milagro, el signo; y a veces podemos ir a rezar a los milagros de Dios y nos olvidamos del Dios que hace los milagros. Dios, el milagro más grande que ha hecho, es darnos a su hijo Jesús para perdonarnos, para limpiarnos, purificarnos, sanarnos; hay más milagro en esto que un enfermo que se cure, porque es más grande la salvación que cualquier otra enfermedad. Lo más grande que Jesús hace por nosotros es salvarnos del pecado, ahí está la cruz; ese es el sentido profundo.

En alguna ocasión, tuve la gracia de conocer a una mujer de veintiocho años, a la que, en diciembre del año pasado le detectaron un tumor en el cerebro. Un día se acercó y hablamos largo rato. Durante la conversación, el momento de su confesión, creo que me dijo: “cuando me cure voy a hacer la primera comunión y la confirmación”. Les cuento que me partía el alma, esto; y tomé coraje y le contesté, con ese nudo que se hace en la garganta, ¿verdad? “Y si no te curas…”, y hubo un gran momento de silencio.

Me respondió: “tienes razón padre, más allá de curarme, voy a hacer la Primera Comunión y la Confirmación”. Y así fue. Y en una celebración que hicimos, después de reconciliarse esta mujer, recibió a Jesús Eucaristía e hizo la Confirmación, estaba feliz; y hubo verdadera fiesta en la comunidad, en su familia. Justo un mes después, me llamó un hermano de ella para decirme que había fallecido; recé por ella. No sé por qué Flor tenía un tumor, no sé por qué no se curó y falleció; pero lo que sí sé, es que más allá de toda salud, ella pudo encontrarse plenamente con Jesús. Y, es más, me mostró el rostro sufriente de Jesús.

Por eso, qué bueno decirle al Señor, en esa oportunidad, que nos perdone los pecados, que nos siga salvando en Cristo Jesús, porque ese es el principal milagro; lo otro vendrá por añadidura, es pura gracia. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.
Padre Manuel Penagos
Publicado el 1 Jul, 2020
¡Meditemos!
Agradezco que estés aquí porque
este proyecto no sería nada sin ti.

Padre Manuel Penagos

Copyright 2023 ©️