Reflexión del Día - Junio 18 de 2020

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♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 22, 14-20 ♰

Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: “He deseado enormemente comer esta comida pascual con ustedes, antes de padecer, porque les digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el Reino de Dios”. Y, tomando una copa, pronunció la acción de gracias y dijo: “Tomen esto, repártanlo entre ustedes; porque les digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid, hasta que venga el Reino de Dios”. Y, tomando pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía”. Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo: “Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes”.
Palabra del Señor.

Reflexión

En esta fiesta bellísima de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, creo que, no hay nada más bello que dar gracias al Señor por el sacerdocio. Tanto sacerdotes como obispos, consagrados, han sido llamados expresamente por Dios, no para estar separados ni del pueblo mismo, ni de hombre alguno, sino para consagrarse totalmente a la obra para la cual el Señor nos ha llamado. Yo no podría ser ministro de Cristo si no fuera testigo y dispensador de una vida distinta de la terrena, ni podría servir si permaneciera ajeno a la vida y a las condiciones de esta.

Y no hay que olvidar: el sacerdote ha sido entresacado de entre los hombres para ser investido de una dignidad que causa asombro a los mismos ángeles. Y hay que tener muy en cuenta que el sacerdote hace, en muchas circunstancias, las veces de Cristo en la Tierra. Tiene los poderes de Cristo para perdonar los pecados, enseña el camino del Cielo, y sobretodo presta su voz y sus manos a Cristo en el momento sublime de la Santa Misa. Yo creo que no hay dignidad comparable a la del sacerdote.

El sacerdocio es un don inmenso que Jesucristo le ha dado a la Iglesia. Hoy es un día para agradecer a Jesús un don tan grande, ¡gracias, Señor por las llamadas al sacerdocio que cada día diriges a los hombres! Y hacemos el propósito de tratarlos con más amor, con más reverencia, viendo en ellos a Cristo que pasa, que nos trae los dones más preciados que un hombre puede desear, nos trae la vida eterna. Hoy, te invito a ofrecer una pequeña oración por los sacerdotes. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo, feliz día.
Padre Manuel Penagos
Publicado el 17 Jun, 2020
¡Meditemos!
Agradezco que estés aquí porque
este proyecto no sería nada sin ti.

Padre Manuel Penagos

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