Reflexión del Día - Mayo 03 de 2020

Listen to "Ep. 26 | MAY:03:2020 Domingo 4º de Pascua" on Spreaker.
Primera Lectura:

De los Hechos de los Apóstoles 2, 14a.36-41

Después de la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos, Pedro, acompañado de los once apóstoles, se presentó ante la multitud y les habló así: “Todo el pueblo de Israel debe reconocer como cosa cierta que Dios constituyó Señor y Mesías a Jesús, el mismo que ustedes crucificaron”. Estas palabras les traspasaron el corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: “Hermanos, ¿qué tenemos que hacer?”.

Pedro les respondió: “Arrepiéntanse y que cada uno se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para que Dios le perdone los pecados. Así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque esa promesa es para ustedes y para sus hijos, lo mismo que para todos los alejados, sean cuantos fueren los que llame el Señor nuestro Dios”. Y con muchas otras palabras los seguía urgiendo. Además los exhortaba diciéndoles: “Apártense de esta gente perversa para poder salvarse”. Aceptando, pues, sus palabras recibieron el bautismo, y aquel día se les agregaron unos tres mil.
Palabra del Señor.
Salmo Responsorial: Salmo 22

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

  • El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R/.
  • Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
  • Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfumes, y mi copa rebosa. R/.
  • Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.
Segunda Lectura:

De la primera carta del apóstol San Pedro, 2.20b-25

Queridos hermanos: Que aguanten cuando sufren por hacer el bien, eso es una gracias de parte de Dios. Pues para esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca. Él no devolvía insulto cuando lo insultaban; sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente. Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus heridas fueron curados. Pues andaban errantes como ovejas, pero ahora se han convertido al pastor y guardián de sus almas.
Palabra del Señor.

♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 10:1-10 ♰

En una ocasión dijo Jesús a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra por la puerta al corral de las ovejas sino que salta por otra parte, ese es el ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A él le abre el vigilante, y las ovejas le hacen caso cuando las llama; él llama a sus ovejas por su nombre y las va sacando. Y cuando acaba de sacar su rebaño, va caminando al frente de él; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. A un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.

Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no entendieron lo que Él quería decirles. Por eso añadió: “Se lo aseguro: la puerta de las ovejas soy yo. Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y bandidos. Pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: si alguien entra por mí, se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón solo viene a robar, a matar y a hacer estragos. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.
Palabra del Señor.

Reflexión

Basta un momento para hacer silencio y comprender estas palabras del Evangelio de este domingo. Es un domingo precioso, en el que, en otros años en nuestras parroquias saludábamos a nuestros pastores, les dábamos un abrazo, y a cuantos entusiasmábamos y animábamos, y les decíamos: feliz día del Pastor, Padre, feliz día del Pastor, hermano. Y quizás el Evangelio, pues, únicamente lo veíamos con esa visión hacia nuestros párrocos, hacia nuestros sacerdotes y no es que esté mal, desde luego; pero el verdadero Pastor es el que está en su casa, es el que gobierna su familia, es el que está ahí junto a una comunidad, es el buen empresario, el buen esposo, el buen sacerdote, la buena madre… buen pastor, que conoce a sus ovejas y yo creo que si miramos 3 puntos escenciales del Evangelio del día de hoy, nos va a llevar a entender: número uno, Jesús también dice -yo soy la puerta de las ovejas-, y sigue el Señor diciendo: -quien entre por mí, se salvará, y podrá entrar y salir-.

Jesús es la puerta para acceder a Dios, una puerta que hace libres a todos aquellos que pasan por ella para que entren y salgan: “soy la puerta”. Te invito a que abras esa puerta, a que entres y salgas por esa puerta en la libertad, en el amor, en la fe, en la esperanza del Señor. También el Señor te llama, Jesús me llama, me invita a seguirle sólo a Él. ¿Qué significa? Es reconocer su voz, su palabra que salva. Nuestra fe no es otra cosa que seguirle, ponerle como referente y guía en mi camino; todos lo demás serán milongas, todo lo demás no será entrar por la puerta sino buscar atajos que no sabemos bien a dónde llevan… nos llama, nos invita a seguirle.

Y también Jesús nos lleva a buenos pastos, y lo hace cada domingo cuando celebramos la Eucaristía, cuando nos encontramos como familia y que nos ha tocado vivir en este confinamiento, pues, escuchar su palabra y alimentarnos y desearlo espiritualmente que venga el corazón nuestro. La Eucaristía: su palabra como lugar de reposo, como alimento para nuestro caminar. Sé que los días han sido pesados, las semanas se vuelven interminables, cuándo terminará todo esto. Él es alimento para este caminar, para recuperar las fuerzas perdidas en la tarea de seguir creciendo, de amar; y tú y yo tenemos que responder orando a Dios y ojalá sepamos responder con generosidad: Él hace que seamos vida para los demás.

Qué bonito hoy, hablarle a las religiosas, a los sacerdotes, a las madres, a los padres, a los laicos, a todos comprometidos con la misión de anunciar la buena noticia y con la tarea de llevarla a tanta gente, especialmente a los más necesitados de esa buena noticia: a los pobres, a los enfermos, a los que están pasando momentos difíciles, a las ovejas más débiles, y luchando siempre por la justicia, por la paz, por la comunión. Así que le pedimos hoy al Señor, que nos regale su gracia, su amor y que podamos descubrirlo día a día como puerta. Jesús te invita a seguirlo a Él, sólo a Él, y Jesús nos lleva a buenos pastos. Así que te invito a hacer buen pastor en tu casa y si hoy puedes saludar a algún sacerdote, si hoy puedes llamar a algún amigo sacerdote o tú mismo puedes saludar a tus pastores, a tu padre, a tu madre, a todos aquellos que han ejercido algo positivo en tu vida dales un abrazo, una bendición y reza por ellos.

En un momento de silencio piensa en tanta gente que ha sido pastor para ti, que te ha conducido a fuentes tranquilas, que se ha atrevido a reparar tus fuerzas cuando faltan y fallan. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte.
Padre Manuel Penagos
Publicado el 3 May, 2020
¡Meditemos!
Agradezco que estés aquí porque
este proyecto no sería nada sin ti.

Padre Manuel Penagos

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